Por qué compartimos noticias (y cómo)


Imágenes. GotCredit y MikeLicht (Flickr CC)

Estoy revisando las galeradas de un próximo capítulo que publico este año en Cuadernos Artesanos de Comunicación, sobre cómo y por qué compartimos noticias en un entorno informativo marcado por la recomendación social. Subrayo la importancia de estudiar este fenómeno desde una perspectiva científica de las ciencias de la comunicación y el periodismo.

Si anteriormente vimos en Economía de la Participación cómo la interacción de los públicos se puede convertir en un producto en sí mismo y es aplicable a cualquier sector, en este capítulo abordaré la perspectiva de esta economía participativa para los medios de comunicación y en concreto, sobre el contenido distribuido por el usuario (user-distributed content).

De los spreadable media de Jenkins al friendcasting, pasando por autores como Hermida, Bechmann o Villi, realizo un repaso de la incipiente investigación existente sobre cómo y por qué se comparten contenidos informativos en la Red.

El informe de innovación elaborado por The New York Times en 2014 ya nos recordaba que el concepto de portada ha perdido sentido en la Web, donde gran parte de la entrada de los lectores al medio se produce por recomendación social de otros lectores, vía redes sociales o comunidades como los blogs y directamente a la pieza periodística en concreto.

Distribución social frente a difusión periodística
La investigación sobre los contenidos de la audiencia -monopolizada por el concepto de periodismo ciudadano- ha estado centrada tradicionalmente en el Contenido Generado por el Usuario pero otros enfoques nos sugieren que para el periodista es más estratégico el Contenido Distribuido por el Usuario, es decir, cómo la audiencia aumenta la distribución de las noticias y por tanto, también su alcance, debate e interpretación.

Decimos distribución en lugar de difusión porque la recomendación le ha dado un nuevo ciclo de vida a las noticias, siempre abierto, donde cualquier noticia es susceptible de ser recuperada y puesta como contexto de otras. El periodista francés J.F. Fogel habló en el XV Congreso de Periodismo Digital de Huesca de una "industria de flujos" que encarna perfectamente esa idea de distribución frente a difusión. El problema de muchos medios es que su modelo sigue pareciéndose más a una "industria del stock" que de flujos.

Por eso la investigación sobre las nuevas dinámicas de consumo necesita una visión analítica y profunda sobre las motivaciones por las que los usuarios hacen circular unos contenidos más que otros. Tenemos obras divulgativas que lo explican muy bien (Delia Rodríguez o Alfred Hermida), pero el periodismo aún no dispone de aproximaciones científicas que aporten pistas para integrar mejor los nuevos productos informativos en las pautas de consumo actuales.

Y por supuesto, la relación de estos consumos con los medios tradicionales debe ser vista desde una visión holística y de complementariedad. Muchas veces un titular de Facebook o Twitter sigue con el visionado de un reportaje de televisión o una lectura más pausada en prensa escrita.

Actualizaré esta entrada cuando la publicación esté disponible.

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